El complemento perfecto para una buena tostada.
MI PEQUEÑA HISTORIA
Desde que me casé siempre he hecho mermeladas de diferentes frutas por el método tradicional de cocer la fruta con azúcar hasta que adquiría la consistencia deseada, pero el proceso era lento y había que estar muy encima para no pasarte de cocción.
Un buen día, Fede, un amigo de mi marido, se personó en casa con casi veinte kilos de fresas; imposible comerlas, así que parte para hacer mermelada y parte para repartir con otros amigos, era imposible utilizarlas todas antes de que se estropearan.
Fue entonces cuando otro amigo, José Manuel el hortelano, nos habló de un azúcar que traía de Alemania que era especial para hacer mermeladas, que por allí utilizaba todo el mundo y que con tan solo tres minutos la mermelada estaba hecha; nos pasó unos paquetes y el resultado fue espectacular, el tiempo necesario era mucho menor y el resultado nos encantó.
El caso es que el famoso azúcar alemán traía como aditivo pectina, que es un gelificante natural presente en muchas frutas como la manzana; con este producto se consiguen varios efectos interesantes como tener que utilizar menos azúcar, menos tiempo de cocción, una mayor cantidad de mermelada ya que necesita menos evaporación para conseguir el grado de espesor adecuado y una mermelada con mayor sabor a la fruta con un toque ácido.
Ahora ya se encuentra en los supermercados el azúcar con pectina de marcas nacionales o la pectina en sobres de ciertas marcas de repostería, también se puede adquirir la pectina en algunas farmacias, si no, internet nunca falla.
Yo prefiero comprar la pectina en sobres ya que se almacena bien y la tengo siempre lista para usar, el azúcar ya mezclado es buena opción pero es voluminoso para almacenar.
INGREDIENTES
2 kg de fresas limpias
1 kg de azúcar blanquilla
1/2 limón
50 gr de pectina (2 sobres)
Tarros y tapas
ELABORACIÓN
Lo primero que quiero indicar es que en el apartado de ingredientes he puesto la cantidad habitual que yo utilizo en función de mi cazuela favorita para hacer mermeladas, como habitualmente hago más cantidad procuro hacer tandas de unos dos kilos de fruta. Si voy a hacer otra cantidad la regla es sencilla, de azúcar la mitad que el peso de la fruta, el limón a ojo y para calcular la pectina necesaria la regla de tres de toda la vida nos proporcionará la cantidad.
Para las mermeladas hay que utilizar cazuelas anchas para que la evaporación sea rápida, para dos kilos de fruta utilizo una cazuela de 28 cm de diámetro.
Otra cuestión a la que hay que prestar un poco de atención es la cuchara que se debe emplear, en casa tenemos una cuchara de madera que solo se utiliza para las mermeladas, no se debe usar para otras preparaciones en especial saladas ya que la madera es porosa y se impregnaría de otros sabores y estos podrían pasar a la mermelada lo que la podría arruinar.
Para almacenar las mermeladas utilizo tarros que voy reciclando de diversas conservas con diferentes tamaños, me gusta que sea así para poder ajustar la cantidad de mermelada lograda a los tarros disponibles. También se pueden comprar los tarros en el super, todos igualitos, pero a mí me gusta más un poco de variedad.
El primer trabajo a realizar es esterilizar los tarros y las tapas, para ello hay que precalentar el horno a 120º.
Cuando el horno este caliente poner en una bandeja los tarros que se vayan a utilizar boca arriba.
Poner como dos dedos de agua en cada tarro.
Colocar las tapas en una bandeja.
Cerrar el horno y dejar que se esterilicen los tarros durante 20 minutos.
Pasado el tiempo indicado sacar los tarros, con cuidado de no quemarte, y colocarlos boca abajo sobre un paño limpio, dejar las tapas también encima del paño.
Ya se puede empezar a trabajar con la fruta y lo primero será lavar las fresas con abundante agua.
Picar la fruta en trozos medianos, pesar 2 kg de fruta y colocarlos en la cazuela.
En un bol poner 1 kg de azúcar.
Añadir 50 gr de pectina (2 sobres), mezclarlo, y reservar.
Poner la cazuela de la fruta a fuego medio, en cuento empiece a calentar la fruta añadir el zumo de medio limón.
Pasados 1 o 2 minutos de cocción las fresas estarán blanditas, es el momento de utilizar la batidora.
Hasta conseguir un puré de fruta homogéneo.
Dejar cocer otros 2 minutos más mientras desespumas.
Cuando el puré esté bien limpio se añade el azúcar.
Remover bien hasta que la mezcla quede uniforme, dejar que llegue a ebullición y cocer durante 3 minutos mientras desespumas nuevamente.
Retirar del fuego, la mermelada ya está hecha, es el momento envasarla.
Para ello nada más retirar la mermelada del fuego y utilizando un embudo se van rellenando los tarros.
Casi hasta el borde.
Poner la tapa bien apretada, con cuidado de no quemarte, la mermelada está muy caliente.
Colocar sobre una encimera o mesa los tarros llenos boca abajo. En el interior de estos se hará el vacío y se conservarán muy bien bastante tiempo.
La mermelada está lista y envasada, ya solo queda esperar a que se enfríe para su almacenaje, a los impacientes siempre les queda alguna sobrilla en la cazuela que se enfría rápido y se puede probar el resultado.
Esta deliciosa 😋