Desayuno, merienda o para cualquier momento rica y sana.
MI PEQUEÑA HISTORIA
Como os podréis imaginar esta no es una receta que haya aprendido en casa, demasiado moderna para mi madre, pero seguro que el resultado le gusta, en cuanto pueda se la haré probar.
En casa los cereales de diversos tipos como la avena, copos de maíz, arroz inflado e incluso el muesli eran opciones que utilizábamos fundamentalmente para el desayuno, de la granola había oído hablar, pero no la había probado.
No fue hasta la época de la pandemia en la que comenzó la apertura y podíamos salir por la mañana, pero no por la noche. La juventud se juntaba para desayunar en restaurantes que supieron poner de moda esa comida para la que ofrecían muchas variantes.
El caso es que en una ocasión que pasábamos delante de uno de estos locales, mi hija pequeña nos animó a probar y lo disfrutamos muchísimo, los desayunos eran variadísimos y riquísimos, pedimos cada uno una cosa diferente y allí apareció la granola que nos encantó.
Al final la granola básicamente es una mezcla de cereales, frutos secos y semillas que tras endulzados con miel, agave u otro edulcorante se tuestan, a la mezcla básica que se le pueden añadir otros componentes como frutas deshidratadas, pepitas de chocolate, u otros, que hacen que cada uno se pueda hacer una granola a su gusto.
INGREDIENTES
200 gr de copos de avena finos.
2 cucharadas de coco rallado
30 gr de almendras crudas
30 gr de nueces
2-3 cucharadas de miel
1-2 cucharadas de mantequilla de cacahuete
25 gr de semillas de calabaza
25 gr de pipas de girasol
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharadita de canela molida
30 gr de pasas sultanas
30 gr de arándanos deshidratados
ELABORACIÓN
Lo primero es precalentar el horno a 150 º con calor arriba y abajo sin ventilador.
Poner en un bol los 200 gramos de avena y las dos cucharadas de coco rallado.
Poner la miel.
Y la mantequilla de cacahuete.
Picar las nueces en trozos de diversos tamaños.
Y las almendras.
Incorporarlos al bol las nueces y las almendras, como es lógico si os gustan otros frutos secos, como nueces pecanas, de macadamia o avellanas por ejemplo, se pueden añadir a los anteriores o sustituirlos.
Poner la cucharadita de esencia de vainilla.
Y la canela.
Mezclar bien todos los ingredientes hasta conseguir una mezcla homogénea, será el momento de incorporar un poco de miel o mantequilla de cacahuete si es necesario.
Es el momento de añadir las pipas de calabaza y de girasol.
Mezclar nuevamente hasta homogeneizar la mezcla.
En una fuente de horno colocar un papel sulfurizado y echar la mezcla que teníamos en el bol.
Extenderla bien.
Meter la bandeja al horno durante 20 minutos, cada 5 minutos hay que removerla un poco.
Mientras trabaja el horno picar los arándanos y reservarlos junto con las pasas, a nosotros nos gustan estas frutas, pero se pueden sustituir por otras como orejones de melocotón o albaricoque, fresas deshidratadas, ciruelas pasas, dátiles u otras.
Pasado el tiempo de horno, sacar la bandeja y con la mezcla caliente añadir las frutas deshidratadas.
Remover y ya tenemos la granola preparada.
Solo hay que dejarla enfriar y lista para consumir, en un tarro que cierre bien dura unos cuantos días.
Se puede tomar sola, con leche, con yogur, con kéfir, con helados, con mousses, casi con cualquier cosa, y en cualquier comida, pero nosotros la preferimos en el desayuno.
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