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  • Foto del escritorcocinandoconnuriac

TARTA DE QUESO CON FRUTOS ROJOS

Actualizado: 25 may 2022

Sencillamente espectacular.

MI PEQUEÑA HISTORIA


Teniendo una familia numerosa como la mía nunca es sencillo conseguir la unanimidad en un postre, ni en ninguna otra cosa, pero la tarta de queso o cheesecake como les gusta decir a las chicas, tanto en su versión de horno como en la de frigorífico, sin duda lo logra, a esto se apunta también mí marido, esta tarta es su perdición.


Otra de esas recetas tradicionales que no por habitual en nuestras preparaciones deja de ser deliciosa y que lo mismo sirve como postre, merienda o incluso desayuno.


En Bilbao hay una famosa pastelería que se llama “La Suiza”, es estupenda y siempre tiene unos pasteles con frutos rojos que mi hija pequeña Dafne no suele perdonar, este detalle me ha servido para hacer el adorno de mi versión de la tarta de queso.


La tarta que os voy a presentar es de las que hay que elaborar en el horno, por las entradas anteriores ya habréis deducido que me encanta usarlo ya que pienso que además de preparar recetas sanas y ricas se mancha mucho menos que con otros tipos de cocinados.


INGREDIENTES


Para ocho personas

Para la tarta

  • 380 gr de queso cremoso tipo Philadelfia

  • 5 huevos L

  • 40 gr de harina fina de maíz

  • 150 gr de azúcar blanquilla

  • 250 gr de leche entera

  • 250 gr de nata de montar

  • 200 gr de galletas tipo digestive

  • 90 gr de mantequilla

  • 1 frasco de mermelada de frutos rojos

Para la mermelada

  • 350 gr de frutos rojos (fresas, frambuesas y arándanos)

  • 175 gr de azúcar especial para mermeladas.

  • 1 limón

Para adornar

  • 200 gr de fresas

  • 100 gr de frambuesas

  • 100 gr de arándanos

  • Azúcar glasé.


ELABORACIÓN


Es una tarta maravillosa, pero para lograr una elaboración perfecta hay que tener un poco de paciencia, lo más adecuado es hacer la tarta de víspera y decorarla antes de tomarla, el enfriado debe de hacerse despacito, como la canción de Luis Fonsi.


Poner la mantequilla en un cuenco y dejarla que tome la temperatura ambiente, si se anda con el tiempo justo se puede utilizar el microondas, con meterla durante 20 segundos será suficiente.

A continuación se procede a triturar las galletas, para ello la más rápido es utilizar un robot de cocina o la picadora que viene como accesorio de las batidoras, si no se dispone de estos artefactos el tradicional mortero nos servirá.

Hay que conseguir que las galletas queden bien trituradas, hay que lograr una textura de tierra.

Una vez trituradas las galletas, pasarlas a un bol y añadir la mantequilla.

Mezclar bien hasta conseguir un producto homogéneo.

Tomar un molde de 25 cm de diámetro de los desmontables y forrarlo con film de aluminio. La ayuda de un vaso viene bien para este trabajo.

Untar los laterales del molde con mantequilla.


Verter la mezcla de las galletas y la mantequilla en el molde y extenderla bien por todo el fondo que debe quedar cubierto.Compactar bien la mezcla contra el fondo del molde, para ello es interesante utilizar un vaso.

Meter el molde en el frigorífico al menos durante media hora.


Tras elaborar la base será el momento de precalentar el horno a 180º.


Mientras el molde está en el frigo se hace el relleno de la tarta, para ello en un bol grande poner el queso, el azúcar y los huevos.

Mezclar bien con unas varillas.

Hasta conseguir una crema fina.

Aportar la harina de maíz.

Mezclar bien hasta que no quede ningún grumo.

El siguiente paso consiste en añadir la leche y la nata para continuar batiendo.

Una vez que tengamos bien lograda una crema fina, es el momento de sacar la base del frigorífico.

Verter la crema en el molde, para esta operación es importante utilizar un cucharón para evitar que la crema choque directamente sobre la base ya elaborada, si se vierte directamente se podría levantar la masa de galleta por algunos lugares.

Cuando toda la crema esté en el molde, utilizando una espátula u otro utensilio se quitan las burbujas que hayan podido producirse.

Meter el molde en el horno, bajar la temperatura a 160 º y mantenerlo durante 1 hora.

Transcurrida la hora se apaga el horno y se deja la tarta dentro durante 15 minutos para evitar los cambios bruscos de temperatura y que se pueda agrietar.

Es importante ser estricto con los tiempos y las temperaturas, cuando se saque la tarta del horno parecerá que por el centro no está cuajada, si la movemos temblará.

Hay que resistir la tentación de volver a meter la tarta en el horno ya que al enfriar se acabará de cuajar.


Dejar la tarta al menos durante 2 o 3 horas a temperatura ambiente, pasado este tiempo se puede meter en frigorífico.


Para la primera capa de decoración se puede utilizar una mermelada de frutos rojos comprada, pero si se tiene tiempo, ya que se han comprado las frutas, hacer una mermelada no cuesta nada.


Tomar unos 350 gr de frutas y 175 gr de azúcar con pectina, este tipo de azúcar se vende en cualquier supermercado y ahorra mucho tiempo a la hora de elaborar mermeladas.

Trocear las fresas y poner todas las frutas en una olla.

Poner la olla a calentar a fuego medio, si quieres puedes añadir un cuarto de vaso de agua, enseguida la fruta comenzará a soltar su propio agua. Esperar a que la cocción llegue a ebullición.

Desespumar las frutas con una cuchara.

Dejar cocer un poco, más o menos 1 minuto, la fruta estará blanda, en este momento se pasará la fruta con la batidora hasta obtener un puré homogéneo.

Añadir el zumo de medio limón, el azúcar con pectina y remover.

Cuando la mezcla vuelva a hervir dejar cocer durante 3 minutos y retirar del fuego. Volver a eliminar las espumas y la mermelada estará lista.

Es interesante colar la mermelada para eliminar las semillas que pueden resultar molestas al comerla y poco estéticas.

Con la tarta ya fría, desmontar el molde y quitar el film de aluminio.

Traspasar la tarta a una fuente del tamaño adecuado.

Es el momento de decorarla, para ello se comienza vertiendo la mermelada por encima de la tarta, si rebosa un poco no importa, queda bonito. Hay que acordarse de reservar un poco de mermelada.

Con una paleta extender bien la mermelada por encima de la tarta hasta que quede cubierta de manera homogénea.

Después llega el momento de poner las frutas por encima, la distribución ya depende de la vena artística de cada uno.

En un bol rebajar la mermelada que habíamos reservado con un poco de agua. Pincelar las frutas con la mermelada rebajada.

Por último, añadir un poco de azúcar glasé.

La tarta ya está lista para impresionar a cualquiera, digna de la mesa de mayor postín que nos podamos imaginar.





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