Para ser del “músico” no suena nada, pero está deliciosa.

MI PEQUEÑA HISTORIA
Esta tarta la descubrí hojeando un viejo libro de cocina, me llamó la atención su cobertura de frutos secos que me llevó inmediatamente a pensar en mi hijo Diego, que en aquellos momentos estaba a punto de cumplir ocho años y le encantaban este tipo de frutos; rápidamente decidí darle una sorpresa y preparársela para su cumpleaños.
El nombre me pareció curioso, así que investigué un poco, averigüé que se llama “del músico” porque en algunos lugares, a los músicos ambulantes, se les regalaba frutos secos a modo de tentempié para que no se mancharan las manos y pudieran seguir tocando.
Volviendo a Diego, la tarta le encantó, como a todos los demás de la familia, así desde entonces aparte de elegir el menú de la celebración, siempre me pide que se la haga, tanto es así que en casa es conocida como “la tarta del cumpleaños de Diego”.
Por cierto que ha sido hace poco, así que ¡Feliz Cumpleaños Diego!
INGREDIENTES

Para un molde de 25 cm.
Para la base (masa quebrada)
200 gr harina
80 gr de mantequilla
1 huevo
2 cucharadas de agua muy fría
1 pizca de sal.
Para la crema pastelera
500 ml de leche entera
100 gr de azúcar blanquilla
2 huevos
40 gr de harina de almidón de maíz
1 palo de canela
Corteza de un limón
1 cucharadita esencia de vainilla
Para la decoración
50 gr de orejones (melocotón o albaricoque
50 gr de nueces
50 gr de almendras crudas
25 gr de piñones
25 gr de pasas
25 gr de corteza de naranja escarchada
75 gr de azúcar blanquilla
50 cl de agua
ELABORACIÓN
Masa quebrada
La base de la tarta es una masa quebrada, como se puede ver en la fotografía de los ingredientes, en esta ocasión he utilizado una comprada, pero es muy fácil hacerla; también se podría utilizar una pasta brisa.
Para elaborar la masa quebrada partir la mantequilla muy fría en trocitos y mezclarla con la harina y la sal hasta conseguir una textura arenosa.
Añadir el huevo e integrarlo en la mezcla.
Por último incorporar las dos cucharadas de agua.
Mezclar la masa, es muy importante no amasar y mezclar lo justo, cuando la masa sea homogénea hacer una bola, envolverla en un film de plástico de cocina y meterla al frigorífico al menos media hora.
Crema Pastelera
Esta tarta requiere de una buena crema pastelera, para ello se vierte el medio litro de leche en un cazo y se añaden el palo de canela y la corteza de un limón.
Llevar el cazo a fuego medio hasta que rompa a hervir, momento en el que lo retiramos del fuego y dejamos infusionando un periodo de unos 15 minutos.

Pasado el tiempo fijado, retirar la canela y la corteza del limón.

En un bol, poner los dos huevos.

Añadir el azúcar y la harina de almidón de maíz (Maicena).

Ayudados de una varilla batir la mezcla hasta que quede perfectamente homogeneizada.
Añadir a la mezcla la mitad de la leche, se puede utilizar un colador para evitar posibles trocitos de la canela o la corteza del limón.

Con una varilla batir la mezcla cuidadosamente hasta que todo esté perfectamente integrado.
Añadir una cucharadita de esencia de vainilla.

Pasar la mezcla obtenida al cazo donde se encuentra el resto de la leche infusionada.

Llevar esta mezcla a un fuego lento.

Sin dejar de removerla esperar a que se espese a nuestro gusto y retirar. Ya tenemos la crema pastelera.

Colocar un film de plástico de cocina que toque la crema para evitar que se forme costra y reservar.

Hornear la Masa Quebrada
Precalentar el horno a 200º.

Untar el molde donde se va a hacer la tarta con mantequilla.

Si la masa quebrada es casera, sacarla del frigo y estirarla con el rodillo sobre un papel sulfurizado.
Tanto si es comprada como casera, nos ayudaremos del papel para colocar la masa quebrada sobre el molde.

Retirar el papel y ajustar perfectamente la masa a la forma del molde.

Recortar el exceso de masa y retirarlo.

Con un tenedor pinchar la masa.

Cubrir la masa con un film de aluminio.

Sobre el film de aluminio verter alubias, garbanzos u otra legumbre para que hagan peso y no se generen pompas en la masa cuando la metamos al horno.

Llevar la masa al horno por un periodo de 10 minutos. Con este proceso la masa quedará medio cocida y habrá perdido la humedad suficiente para que cuando se vierta la crema pastelera no haya ningún problema.

Pasado el tiempo indicado sacar la masa del horno. Con cuidado, retirar el film de aluminio con las legumbres, no las tires, sirven para otras veces.

La masa está lista para montar la tarta.

Bajar la temperatura del horno a 180º.
Montaje de la Tarta
Mientras se hornea la masa, se pueden preparar los frutos secos.
Hidratar las pasas, para ello se pueden sumergir en agua caliente, en algún tipo de licor o en té, a mi esta opción es la que más me agrada.

Picar los orejones en trocitos.

Las nueces en cuartos.

Las almendras en trocitos de aproximadamente cuartos.

Los piñones se quedan enteros y la corteza de naranja si es comprada puede venir ya cortada, si no se pica menudita.

Por otro lado se ponen 75 gr de azúcar y 50 cl de agua en un cazo, se lleva al fuego, cuando llegue a ebullición se retira, con ello tendremos un almíbar ligero.

Una vez que la masa ha salido del horno y se ha retirado el film de aluminio, verter la crema pastelera. Con ayuda de una espátula o lengua, alisar la superficie.

Ya toca colocar la decoración de frutos secos, para ello a mí me gusta llevar un orden. Lo primero es colocar las nueces repartidas de forma homogénea por toda la superficie.

Después las almendras.

A continuación los orejones.

Las pasas.

Los piñones y por último la corteza de naranja.

Dependiendo de los gustos, se pueden utilizar otras mezclas de frutos secos e incluso incorporar otras frutas escarchadas, esto queda al gusto de cada uno.
Llevar la tarta al horno, que habíamos dejado caliente, por un periodo de 25 minutos.

Sacar la tarta del horno y pincelarla con el almíbar, que le dará un brillo estupendo y actuará como un pegamento para fijar un poco los frutos secos.

Ya solo queda tener un poco de paciencia, esperar a que la tarta se enfríe y a celebrar, para eso cualquier día es bueno.

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