Nada como unas sopas de ajo para entonarse en invierno.
MI PEQUEÑA HISTORIA
Hay muchas formas de hacer las sopas de ajo y en general todas están ricas; la receta que hoy presento me la enseñó un gran amigo de mi abuelo Félix que se llamaba Silvio.
Mi abuelo pasó muchos años en Logroño y allí hizo muchas y muy buenas amistades que mantuvo a lo largo de toda su vida y que han pasado a las siguientes generaciones.
Silvio y su mujer Lucía vivían en Autol, un pueblo riojano estupendo con gran producción agrícola y extraordinario ambiente en sus fiestas,que pude constatar en varias ocasiones.
Una mañana que estaba por allí de visita me levanté temprano, Silvio se estaba preparando el desayuno, unas sopas de ajo, me quedé un poco perpleja, pero me sirvió un plato y las encontré deliciosas. Por supuesto le pedí la receta y siempre las he hecho así desde aquel día.
La sopa de ajo calentita, una delicia en invierno y para Silvio una delicia que disfrutaba todos los días del año.
INGREDIENTES
Para cuatro personas
5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
100 gr de pan duro
5 dientes de ajo
30 gr de chorizo
30 gr de jamón serrano
1,5 cucharaditas de pimentón
1,5 litros de agua
1 pastilla de caldo de carne
3 huevos
Sal
ELABORACIÓN
Este es otra de esas recetas de aprovechamiento, muy barata y con la que se crea un plato realmente delicioso, además se hace muy rápido, en fin, todo son ventajas.
Lo primero será preparar todos los ingredientes. Así que se puede comenzar por cortar el pan, que deberá ser como mínimo del día anterior, si tiene tres o cuatro días también es estupendo.
El tamaño del pan también suele ser un motivo de controversia, como lo de la tortilla con cebolla o sin ella, en casa nos gustan los trocitos de pan más bien pequeños, así que lo primero es hacer unas rebanadas que luego se trocean con las manos.
También hay que picar el chorizo y el jamón en taquitos, se puede comprar ya troceado y se ahorra algo de tiempo.
Picar los ajos.
Poner una cazuela a fuego medio/fuerte y verter en ella el aceite de oliva virgen extra.
Añadir los ajos.
El chorizo.
Y el jamón.
Remover bien y dejar cocinar un minuto. Pasado este tiempo incorporar el pan.
Remover bien todos los ingredientes y rehogar un minuto.
A continuación incorporar el pimentón, echandolo encima de los otros ingredientes no en el fondo de la cazuela, para que no se queme.
Dejar que se cocine hasta que el pan comience a tostar.
Es el momento de añadir el litro y medio de agua, si os gustan las sopas más claritas se puede poner un poco más de agua.
Después incorporar la pastilla de caldo, esta es opcional, si no os gusta no es necesario que la pongáis.
Cuando el agua comience a hervir añadir la sal al gusto, con cuidado ya que varios ingredientes ya tienen sal.
Bajar el fuego a medio/bajo para que la sopa no desborde y dejar cocinar a fuego medio durante veinte minutos.
Cuando hayan pasado unos dieciséis minutos, en un plato hondo o bol batir los huevos, hay que ponerles un poco de sal.
Incorporar los huevos a la cazuela en forma de hilo mientras se bate la sopa en círculos.
Dejar que la sopa acabe de cocinarse y el plato estará listo.
Ya solo queda servirlo y a disfrutar.