Un postre delicioso y muy bilbaino.
MI PEQUEÑA HISTORIA
Nosotros vivimos en Bilbao y aquí este pastel es mucho más que popular, yo diría que ya forma parte de la idiosincrasia de los bilbaínos, se le podría considerar casi como las bilbainadas, que son canciones típicas de esta villa.
Para empezar posee una curiosidad en el nombre, ya que a pesar de apellidarse de arroz este ingrediente no aparece en la receta. Como siempre hay varias teorías sobre este tema, pero la que más me convence es la que dice que este pastel se llama así porque se utilizaba para su elaboración la leche que sobraba de hacer arroz con leche.
A mí me dio la receta Dioni, un buen amigo panadero, después de comentarle que había intentado hacer el pastel con harina de arroz y la cosa acabó en fiasco total, hasta el mejor escribano echa un borrón.
Este pastel es un imán para todo el mundo por su cremosidad y suavidad, es difícil parar de comerlo; a mi hija pequeña le vuelve loca y siempre me lo pide por su cumpleaños.
INGREDIENTES
Para cuatro o seis personas
1 vaso de los de agua de azúcar
1 vaso de los de agua de harina de trigo
2 vasos de los de agua de leche
3 huevos L
200 ml de nata liquida.
Mantequilla
ELABORACIÓN
Lo primero es precalentar el horno a 180º y tener preparado un molde de 23 cm.
Para esta receta es interesante utilizar un robot de cocina, en caso de que no se disponga de él, un bol y la batidora con las varillas servirá, o si no, a mano con unas varillas se podrá hacer la mezcla, en este caso además de para hacer el pastel, te servirá para hacer un poco de deporte y comerlo después más a gusto.
Se baten los huevos con el azúcar hasta que doblen su volumen.
Cuando se haya alcanzado el volumen deseado, se añade la harina y se vuelve a batir hasta que se integra perfectamente.
Una vez conseguida una mezcla homogénea y suave, se vierte sobre ella la leche y la nata volviendo a batir hasta que se consiga una especie de crema muy ligera, se tarda muy poco tiempo.
Es importante seguir el orden que se ha expuesto, pues si no se respeta, lo más normal, es que aparezcan grumos y el pastel se arruine.
Se toma el molde de 23 cm, mejor si no es desmontable ya que la masa es muy líquida y ésta se puede escapar; en el caso de que sea desmontable, es conveniente forrarlo con film de aluminio para no tener escapes. En cualquiera de los casos se le unta con mantequilla.
Se vierte la masa en el molde y se mete al horno durante 40 minutos.
Antes de sacarlo se pincha en el centro con una aguja de punto, si sale seca estará listo, en el caso de que la punta de la aguja aparezca un poco manchada tampoco pasa nada, mientras se enfría se acabará de hacer.
Ahora tan solo queda esperar a que se enfríe, está riquísimo recién sacado del frigorífico, y seguro que comiéndolo os entrarán ganas de venir a conocer esta ciudad.
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