Una forma deliciosa y tradicional de comer verdura
MI PEQUEÑA HISTORIA
Las judías verdes son un producto que no gusta a todo el mundo, en especial a los más peques, pero a nosotros mi madre nos las ponía así de vez en cuando y a mí me encantaban.
Como todas las recetas, se puede adaptar, más o menos cebolla, la cantidad de tomate a gusto de cada uno, etc., pero el toque de un buen pimentón de la Vera, como el que me regala mi tía Pili, le da al plato un sabor especial.
Y todo eso sin olvidar las judías, vainas como dicen por el País Vasco, que cultivan nuestros amigos José y Jokin a los que nunca les llegare a agradecer suficientemente su generosidad.
INGREDIENTES
Para cuatro personas
1 kg de judías verdes
1 cebolla mediana
3 patatas medianas
75 gr de chorizo
1 diente de ajo
4 cucharadas de salsa de tomate
Pimentón dulce (¿Picante?)
Sal
ELABORACIÓN
Quitar las hebras a las judías verdes y cortarlas en trozos, a nosotros nos gusta hacerlo a la francesa, cortando longitudinalmente la judía y dividiéndola en dos antes de hacer los cortes transversales.
Cocer las judías, si es en cazuela 20-25 minutos, en olla rápida 2 minutos, para mi gusto quedan mejor un poco al dente.
Una vez cocidas se les quita el agua de la cocción y se reservan ambas cosas, el caldo servirá como base para una sopa estupenda o para cocinar un arroz.
Por otro lado, picar la cebolla y el ajo en trocitos pequeños y sofreírlos, cuando la cebolla esté transparente agregar el chorizo que se habrá picado previamente.
Cuando esté todo sofrito se reserva.
En una cazuela poner todo el sofrito y sobre él se añaden las judías ya cocidas, el tomate y pimentón al gusto, mayoritariamente dulce, pero se puede poner un poco de picante para animar la comida y un poco del caldo, más o menos medio vaso.
Se deja cocinar unos 5 minutos a fuego suave para que el tomate no se pegue ni se queme el pimentón.
Aparte se pelan las patatas y se cortan en cubitos de más o menos un centímetro de lado; un buen truco consiste en lavar las patatas, ya en cubitos, al chorro de agua y secarlas bien para que al freírlas no se peguen.
Una ve fritas se escurren bien de aceite y reservan.
Cuando las judías estén ya cocinadas se añaden las patatas fritas.
Remover un poco y el plato está listo.
Para acabar recordar nuevamente que el caldo de cocer las judías no se tira, ya sabéis, cocina de aprovechamiento, sirve como base para una sopa para muchisimas preparaciones.
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