Otra maravilla de la cocina tradicional y de temporada que no te puedes perder.
MI PEQUEÑA HISTORIA
Las habas son un producto de temporada, de primavera, pero como ahora se pueden encontrar congeladas y en conserva el plato que os voy a presentar se puede disfrutar todo el año.
Nosotros tenemos la gran suerte de contar con un buen amigo, Jose, hortelano de pro, que nos proporciona unas verduras maravillosas, pero en el caso de las habas nuestro agradecimiento se vuelve infinito, ya que ni a él ni a su familia les gustan y las cultiva tan solo para los amigos.
Esta es una receta que siempre he visto preparar a mi madre, mi suegra también suele cocinar habas, pero mientras que en muchas de las recetas tradicionales desechan las vainas o calzones, ellas los aprovechan y a mí me encanta, ya que esta parte de la planta da un toquecillo amargo que resulta interesante.
Esta es una receta muy típica de Granada, que es una ciudad que me encanta, tanto que mi marido y yo iniciamos allí nuestra luna de miel; los granadinos suelen acompañar las habitas con huevo frito o escalfado, lo que corona la receta.
Lo bueno de esto es que Jose también cría gallinas, a la antigua usanza, o sea, casi en libertad, picando suelo, lo que hace de los huevos que ponen un auténtico manjar que pretendo aprovechar para rematar el plato.
INGREDIENTES
Para seis personas
700 gr de habitas limpias
150 gr de jamón serrano
1 cebolleta
3 dientes de ajo
8 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Pimienta
Sal
6 huevos
1 cucharada de vinagre de vino (mejor blanco)
ELABORACIÓN
Si se compran las habas en frescas hay que tener en cuenta que el calzón pesa mucho y para tener un kilogramo de habas peladas tendrás que comprar al menos 2,5 kilogramos.
Así que lo primero de todo es lavar bien las habas al chorro de agua, y desgranar las vainas reservando 10 o 12 vainas sin desgranar para aprovecharlas con su calzón.
Picar las habas que habíamos reservado con su calzón.
Como el calzón tarda un poco más en cocinarse que el haba desgranada resulta interesante darles una ligera cocción.
Para ello poner una cazuela con agua al fuego.
Cuando comiencen a salir burbujas añadir las habas que teníamos picadas.
Cuando comience a hervir el agua mantenerlas al fuego durante 4 minutos.
Pasado el tiempo indicado retirar del fuego, colar el agua y reservar.
Mientras se hacen las habas picar los dientes de ajo y reservar.
Picar la cebolleta, incluida la parte verde, y reservar también.
En una sartén lo suficientemente grande poner las 8 cucharadas de aceite de oliva, levarla a fuego vivo.
Añadir a la sartén la cebolleta, dejar sofreír durante 2 minutos.
Pasados los 2 minutos incorporar los dientes de ajo, remover y dejar sofreír otros 2 minutos.
Después de pasado el tiempo indicado la cebolla comenzará a estar doradita.
En ese momento se baja el fuego a medio para que se poche durante unos 9-10 minutos, la cebolla habrá tomado un tono tostadito. Es el momento indicado para incorporar las habitas que teníamos peladas y reservadas.
Y las que habíamos cocido ligeramente.
Homogeneizar todo y añadir medio vaso de agua.
Se deja cocinar unos 8-10 minutos hasta que no quede líquido y las habitas estén tiernas pero que no se deshagan.
Añadir el jamón serrano picado.
Homogeneizar el guiso y dejar cocinar 2 minutos, añadir un poco de pimienta y rectificar de sal. La primera parte de la receta ya está conseguida y lista para comer.
Pero como he comentado en la historia voy a darle el toque final, para ello hay que preparar los huevos poché o escalfados, uno por comensal.
Para preparar los huevos poché lo importante es que éstos sean muy frescos.
La forma de prepararlos es sencilla si se siguen los siguientes pasos.
Lo mejor es hacerlos de uno en uno, se tarda un poco más pero merece la pena, así que comenzamos cascando un huevo y dejándolo en una taza.
Poner una cazuela con agua al fuego.
Añadir una cucharada de vinagre de vino.
Calentar a fuego fuerte hasta que se formen burbujas momento en el que se baja el fuego a medio, no es interesante que el agua hierva.
Con unas varillas remover en círculos el agua hasta que se forme un remolino.
Echar el huevo en el centro del remolino.
La clara del huevo cubrirá la yema, dejarlo cocinar durante 4 o 5 minutos.
Transcurrido el tiempo indicado sacar el huevo del agua con cuidado.
Repetir lo mismo con todos los huevos, es importante hacerlos justo antes de comerlos.
Por último montar el plato y obtendrás un nuevo éxito culinario.
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