Será vieja, pero esta ropa nunca pasa de moda.

MI PEQUEÑA HISTORIA
Os voy a presentar otra de esas recetas de aprovechamiento que aprendí de mi madre; ella la solía preparar cuando hacía caldo, era una alternativa a las croquetas.
A mí, me hacía mucha gracia el nombre, me imaginaba una perola llena de camisas, pantalones, faldas y todo tipo de prendas de muchos colores nadando en salsa de tomate, cosas de chiquilla, además el plato me encantaba, siempre repetía.
Hacer un buen caldo, con sus verduras y carnes, es un gran principio para otras muchas recetas como el arroz a lo pobre, que ya os he presentado en otra entrada, unas buenas croquetas, un puré o la sabrosa ropa vieja.
Aparte de estar, como diría Arguiñano, rica, rica y con fundamento, es un plato muy versátil ya que además de tomarla directamente también se le pueden dar otros usos como relleno de una empanada, o como parte del relleno de unas fajitas como hace mi hija Aida u otras recetas que se os ocurran.
A mí marido este plato le encanta, porque se lo ponían con cierta frecuencia en el colegio mayor donde residió parte de su época de estudiante y aparte del disfrute gustativo, siempre le trae recuerdos de aquella época.
INGREDIENTES

Para seis personas
500 gr de carne cocida y desmechada
1 taza de Garbanzos cocidos
1 cebolla
½ puerro
3 dientes de ajo
2 pimientos verdes
1 pimiento rojo
50 gr de chorizo
5 cucharadas de salsa de tomate
1 cucharadita de pimentón dulce
½ cucharadita de pimentón picante
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de salsa de soja
Sal
Pimienta
1 vasito de caldo o agua (si es necesario)
ELABORACIÓN
Como he comentado en la “pequeña historia” la carne que utilizo en esta receta es la que ha servido para elaborar un caldo, para ello yo suelo utilizar morcillo de ternera y pollo más o menos al 50 %, pero se podría utilizar cualquier otra mezcla, el caso es que previamente esté cocida.
Picar la cebolla y los ajos.

El puerro.

Los pimientos.

Y el chorizo

Poner una sartén a fuego medio con el aceite y poner en ella la cebolla, el puerro y el ajo.
Incorporar un poco de sal y dejar rehogar unos dos minutos.

Añadir los pimientos.

Rehogar las verduras unos 15 minutos, hay que vigilar que el guiso no se quede sin líquido, en caso de ser necesario se puede añadir un poco más de aceite o un poco de caldo o agua, de este modo se evita añadir más grasa.

Pasado el tiempo indicado incorporar los garbanzos con un poco más de caldo o agua, remover hasta que toda la mezcla se integre.

Inmediatamente verter sobre las verduras el chorizo, homogeneizar la mezcla y dejar cocinar unos 2 minutos para que el chorizo suelte sus jugos.

Será el instante de poner el pimentón (dulce y picante) que dejaremos rehogar unos segundos para que no se queme.

Ha llegado el momento de agregar la carne, toca remover la mezcla para homogeneizar.

Inmediatamente aportar la salsa de tomate.

Y las dos cucharadas de salsa de soja, que es una aportación mía a la receta de mi madre que hace que el resultado final tenga a mi juicio más sabor, ya que la carne se ha dejado buena parte de su sustancia en el caldo.

Remover con cuidado y dejar cocinar la mezcla durante 5 minutos.
Ya solo queda corregir de sal y pimienta y el plato estará listo.

A mí me gusta servirlo acompañado de patatas fritas cortadas planitas para poder utilizarlas a modo de cucharilla, lo que las nuevas generaciones llaman “dipear”.

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