Un plato único supercompleto y sorprendente.
MI PEQUEÑA HISTORIA
Ya he comentado en varias ocasiones que tenemos amigos hortelanos que nos proveen de los productos hortícolas, de la huerta a casa ¿hay algo mejor?, yo diría que pocas cosas, esto me permite cocinar con producto de temporada.
También he comentado que algunas de estas hortalizas no tienen entre mis hijos la mejor de las acogidas, bien por el que esto no me gusta o por el que vaya temporada que te ha dado con las acelgas, o cosas similares.
Es por ello que siempre tengo que estar dándole al magín para maquinar recetas que les resulten diferentes, gratas a la vista y que les inciten a probar el plato, que una vez pasada la primera cata se suelen acabar.
El caso es que un día quería hacer lasaña se me había olvidado comprar la pasta, pero como tenía unas cuantas pencas de la huerta de Jose, decidí sustituir la pasta por las pencas et voila nueva receta que, tras las primeras reticencias de la gente joven, les pareció riquísima y ahora suelo repetir con cierta frecuencia.
Como truco, ya que las pencas en sí mismas son un poco sositas, suelo animar el plato añadiendo a la carne sazonador para fajitas mejicanas y la mezcla resulta ideal.
INGREDIENTES
Para seis personas
Ingrediente principal
1 kg de pencas de acelgas
Para el relleno
500 gr de carne picada
1 cebolla
1 pimiento verde
¼ pimiento rojo
2 dientes de ajo
4 cucharadas de salsa de tomate
½ copa de coñac
6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 sobre de sazonador para fajitas
½ guindilla (opcional)
Sal y pimienta
Para la bechamel
750 ml de leche
50 gr de mantequilla
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
50 gr de harina de trigo
Sal
El toque final
100 gr queso rallado
ELABORACIÓN
PASO PRIMERO
Limpiar bien las pencas de hebras, lavarlas y cortarlas en trozos de unos 10 centímetros.
Cocer las pencas, en olla rápida tardarán unos 4 o 5 minutos, para esta receta yo ya las tenía cocidas previamente, si no se dispone de mucho tiempo las envasadas en botes de vidrio están estupendas.
Secarlas bien con un paño limpio, se pueden dejar en papel de cocina pero se corre el riesgode que se pegue y luego toca límparlas bien. Es muy importante este paso, hay que dejarlas bien secas para que no suelten agua después cuando llevemos la preparación al horno.
Reservar las pencas, esto lo podríamos tener hecho desde el día anterior.
PASO SEGUNDO
Cortar la cebolla, los pimientos y los dientes de ajo en brounoise, o sea, finito.
En una sartén poner el aceite, calentar a fuego medio y pochar las verduras durante unos 5 minutos.
Pasado este tiempo se añade el tomate frito y el coñac, que se puede sustituir por un vino blanco, dejando cocinar la mezcla para que se evaporen un poco los líquidos, unos 5 minutos bastarán.
Añadir la carne con las especias (sal, pimienta, sazonador, guindilla cortada finita si os apetece) .
Dejar cocinar todo removiéndolo para integrar todos los ingredientes por espacio de unos 10 minutos, el líquido deberá haber evaporado, se necesita una mezcla bastante seca.
Dejar templar y reservar; a esta preparación se le pueden añadir más tarde un par de cucharadas de bechamel.
PASO TERCERO
Para hacer la bechamel, en una cazuela se pone a calentar a fuego medio la mantequilla con el aceite.
Cuando la mantequilla esté derretida se añade la harina.
Se freirá ligeramente la harina sin dejar de remover y sin que se nos queme.
Verter la leche en la cazuela y sin dejar de remover con unas varillas, llevar la mezcla a ebullición hasta que la salsa espese, momento en que se apagará el fuego, durante este trabajo se aportará sal al gusto, también se puede añadir nuez moscada.
Dejar templar y reservar.
PASO CUARTO
Para montar el plato se utilizará una fuente previamente engrasada con mantequilla.
Se colocará en el fondo una capa de pencas tapando la totalidad de la superficie de la fuente.
Seguidamente se verterá la mitad de la carne hasta tapar totalmente las pencas y se coloca otra capa de pencas.
Encima colocar la otra mitad de la carne y taparla con otra capa de pencas.
Cubrir la preparación, que se asemejará a un pastel, con la bechamel y por último añadir el queso rallado cubriéndolo todo.
Al horno a gratinar unos 10 minutos, cuando el queso esté doradito el plato está listo.
Ya solo queda dejarlo enfriar un poco y listo para consumir.
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