El típico sándwich francés que le gustará a todos
MI PEQUEÑA HISTORIA
Esta receta la he comenzado a realizar recientemente y la verdad es que resulta deliciosa.
Como ya he comentado en otras recetas, no me gusta tirar comida. Así un día, me sobró bechamel en una cantidad mayor que en otras ocasiones y como me pareció excesivo comérmela a cucharadas, aunque me encante, localicé en mi baúl de los recuerdos culinarios este sándwich que le vi hacer en alguna ocasión a mi madre. La cena fue todo un éxito. Desde entonces cada vez que tengo que hacer bechamel preparo más cantidad para poder hacer esta receta tan socorrida para cenas.
El origen de este bocadillo hay que buscarlo en el Conde de Sándwich, del siglo XVIII, jugador de naipes empedernido que incapaz de abandonar las partidas, ni siquiera para comer, ordenó a su cocinero que le metiera carne asada entre dos rebanadas de pan para no mancharse las manos y seguir jugando. Feliz idea que todavía disfrutamos.
INGREDIENTES
Para cuatro personas:
8 rebanadas de pan de molde
8 lonchas de jamón
4 lonchas de queso
½ litro de bechamel
100 gr de queso rallado
Para hacer la bechamel:
400 ml de leche
50 gr de harina
50 gr de mantequilla
1 pizca de nuez moscada
2 cucharadita de mostaza (opcional)
Sal
ELABORACIÓN
Si no te ha sobrado bechamel, con los ingredientes que he puesto arriba se hace de la siguiente forma; en un cazo se pone a derretir la mantequilla a fuego bajo, se añaden la harina y se deja que se integre dando vueltas más o menos un minuto, con cuidado de que no se queme la harina.
Para que no te queden grumos se apaga el fuego y se añade la leche para desleír la harina, en ese momento se vuelve a dar fuego, en este caso medio. A partir de este momento, siempre sin dejar de remover, llevar a ebullición para que la bechamel se espese.
Dejar enfriar en un bol tapada con film para que no se seque la capa superficial y lista.
Se untan 4 rebanadas de pan de molde con 1/3 de la bechamel y se colocan en una fuente de horno a la que se habrá colocado un papel sulfurizado, con la bechamel hacia arriba.
Colocar encima 2 lonchas de jamón y una de queso por rebanada.
Untar las otras cuatro rebanadas con otro tercio de la bechamel y se colocan encima de las otras con la bechamel hacia abajo. Con el último tercio de la bechamel se unta la cara que ha quedado encima y se espolvorea con queso rallado.
Después se meten los sandwiches al horno a gratinar, se coloca la bandeja a mitad de horno, no arriba ya que se quemará el queso pero el resto estará sin tostar, y cuando esté dorado el queso es momento de sacarlos, dejarlos enfriar un poco y a comer.
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